Soy una mala escritora

febrero 20, 2019

Soy una mala escritora y lo sé. No he nacido con la vocación de la escritura. No encontraras frases como «siempre he deseado escribir desde que era chica» o «la escritura siempre ha sido mi pasión». Al revés, nunca he tenido una «llamada» específica hacia nada y no soy experta en nada.


Cuando estaba en el instituto escribía bien, además me gustaba mucho la literatura y la filosofía. Pero punto. Nunca he tenido la ilusión de escribir poemas, relatos, novelas, ni siquiera tenía un diario.

Hasta hoy. Bueno, hasta junio del año pasado cuando decidí abrir este blog.

La cuestión es: ¿tengo que ser una buena escritora para poder empezar a escribir?
Esta ha sido mi primera duda a la hora de empezar el blog. Nunca había escrito nada, y menos en un idioma que nativamente no es el mio.

Ya me imaginaba las horas que tenía que emplear solo en corregir los errores de ortografía y de gramática, sin hablar de la búsqueda de un vocabulario un poquito más rico y de los sinónimos para no caer en la repetición de las mismas palabras. Añadiendo a todo esto el compromiso a escribir semanalmente y a investigar los temas sobre lo que escribir.
Lo que se dice «un buen follón».

Pero no lo he meditado mucho, la verdad, me he dicho «¡Que más dá! Tengo ganas de escribir y esto es lo que voy a hacer.»


Soy una mala escritora y lo sé y me importa un pepino

Quizás tengas ganas de hacer algo en un momento de tu vida que realmente te apetece pero no lo haces porque no te sientes a la altura y piensas de no estar suficientemente preparada. Así que esperas saber un poquito más, tener más conocimientos y arreglar los pequeños desperfectos de tu plan.

Mientras tanto el tiempo pasa y la oportunidad de ser tu misma y de hacer algo que realmente te gusta también.

Si esperas a que todo sea perfecto antes de lanzarte en un proyecto que te ilusiona, siento decirte que nunca llegará el momento.
Nunca habrá la perfecta cuadratura de los planetas, el día propicio del calendario chino y la dirección favorable del Feng Shui para darte el empujón.

Te digo sinceramente cual es el problema: tienes miedo. Tienes miedo al juicio de la gente, tienes miedo al fracaso, tienes miedo hasta a tener éxito. Tienes miedo a equivocarte, a admitir tus errores, a volver a empezar una y otra vez.

Entonces pones todos estos miedos encima de una báscula y evidentemente pesan muchisimo mas que tus sueños y tus proyectos así que tiras la toalla incluso antes de intentarlo.

¡No lo hagas!


Dé el primer paso

Estoy aquí para animarte a pasar a la acción, para que confíes en tus objetivos y los persigas sin pararte a pensar el si, el como, el cuando. Ahora es el momento, ¡hoy mismo!

Dé el primer paso aunque chico en el camino que deseas y sigue avanzando. No mires a tu alrededor, no pienses en que pensaran los demás, no tengas miedo a perseguir tus sueños. Confía en ti misma y déjate emocionar y motivar por tus planes y tus pasiones.

Si te gusta escribir, escribe. Si te gusta fotografiar, haz fotos. Si te gusta componer música, crea música. Sea lo que sea que te gusta hacer, hazlo y hazlo ya y recuerda que el único límite que te impide hacer lo que te gusta eres tu.

Yo soy una mala escritora y lo sé y me importa un pepino porque si me importara no habría escrito ya casi 30 entradas. Y no me importa si me lee una persona, cien o mil. Me importa escribir, me importa poder aportar algo, añadir mi grano de arena.

Si mis palabras pueden ayudar o inspirar a una persona estoy feliz. Si pueden ayudar a mas personas estaré incluso más feliz pero al fin y al cabo no son los números que importan.

Lo que importa, y que debe importarte, es que a cada meta se llega dando el primer paso. Ya habrá tiempo para corregir la ruta, aprender a lo largo del camino, perfeccionar la técnica. Pero por favor intentalo. No para hacer un favor a mi o a tu madre o a tus amigos. Intentalo para hacer un favor a ti misma. La vida es demasiado corta para procrastinar y cuando te das cuenta es demasiado tarde para arrepentirse.

 

Añade cada día un ladrillo y disfruta viendo como poco a poco se construye tu sueño.


Un paso a la vez

No esperes el momento perfecto, coge el momento y hazlo perfecto, un paso a la vez, un pie delante del otro. La acción y la proactividad son las que hacen que los sueños se hagan realidad.

Cambia el miedo por crecimiento.

Estudia y practica para mejorar cada día.

Abraza el miedo porque allí es donde puedes superar tus límites y alcanzar cualquier cosa te propongas.

Sigue avanzando y deja todas las excusas atrás.

Crea la vida que siempre has soñado. Es posible. Solo depende de ti y del primer paso que des.

Atrévete a luchar por lo que quieres, las cosas imposibles solo lo son porque no se intentan.

 

No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles,
pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas.
– Séneca –


¡Buena vida!

0 comments