- diciembre 26, 2021
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No hay más realidad que la que tenemos dentro. Por eso la mayoría de los seres humanos viven tan irrealmente, porque creen que las imágenes exteriores son la realidad y no permiten a su mundo interior manifestarse.
Todos debemos sufrir una de dos cosas: el dolor de la disciplina o el dolor del arrepentimiento y la desilusión.
En verdad, únicamente el hombre que ha logrado penetrar en el interior de su ser posee tanta grandeza en sus modos.