Cómo vivir más de 100 años

febrero 26, 2019

Si quieres vivir más de 100 años quizás te interesa conocer los hábitos de las personas que lo han conseguido. Te aviso que no lo han logrado a base de ibuprofeno y valium, sino simplemente dedicando atención a la calidad de la vida antes de la cantidad.

¿Serán los centenarios los nuevos minimalistas del futuro?

La búsqueda de la longevidad y el afán del hombre para prolongar la vida es tan antiguo como la vida misma. Todavía nos cuesta aceptar nuestra naturaleza caduca y transitoria, nos cuesta meditar sobre la muerte y nos cuesta pensar de «dejar ir» la juventud, la salud y un cuerpo y una mente activos.

Desafortunadamente no tenemos una app que funcione de antídoto y formula mágica para ralentizar el proceso de envejecimiento y vivir más años. Tampoco existe una pastilla de la juventud que permita vivir sano y feliz por más de 100.

Como pasa con todas las cosas buenas y malas, no hay una solución única y concreta que garantiza el resultado, sino una serie de condiciones que en distintos porcentajes concurren al resultado final.

En los varios artículos que he leído sobre este tema (he superado los 50 años así que me interesa particularmente, jejeje), todos los autores concuerdan sobre algunos hábitos que acomunan los centenarios y los supercentenarios.


Los hábitos para vivir más de 100 años

Parece que todo apunta a una calidad de vida saludable en la que resulta esencial:

  • comer con moderación
  • reducir el estrés
  • hacer actividad física
  • mantener el cerebro activo
  • socializar y tener amigos
  • reír mucho
  • ser agradecido
  • vivir el momento
  • reconectar con la naturaleza
  • tener un «plan de vida»

Mientras que hay algunos hábitos que todos sabemos pueden influir sobre el empeoramiento de la salud como comer demasiado, tener sobrepeso, beber demasiado alcohol, fumar demasiado, llevar una vida sedentaria, etc. etc., me ha llamado mucho la atención que en realidad los hábitos más importantes no tienen nada que ver con esto.

Nunca habrás escuchado un médico que te dice «tienes que tener más sentido del humor, reírte más y buscar una pasión en la vida» o que te dice «no pienses ni te preocupes por la edad, ocupate por vivir la vida». ¡Ojala hubiera un médico así!


El hábito más importante para la longevidad es cuidar del alma

Es que resulta que los hábitos que más concurren a que tengamos una vida más larga tienen más que ver con alimentar el alma más que el cuerpo.
Y no es una casualidad que haya toda una rama de la medicina alternativa que insiste en este concepto: todas las enfermedades y las dolencias son productos de nuestros pensamientos y emociones y de falta de amor hacia uno mismo.

Curiosamente todos los estudios sobre la longevidad llegan a hacer hincapié en que el trato común más importante es llevar un estilo de vida que aporte calidad, sosiego y paz a través de la búsqueda del significado de la vida. ¿Qué es esto?

Básicamente que la principal fuerza motivadora para el ser humano es la búsqueda del sentido de la vida. Tener un propósito, una pasión, una misión o una contribución a la sociedad nos permite alimentar la voluntad de vivir. Y esta voluntad de vivir conlleva a otras características determinantes de los ultraciens: la resiliencia, los pensamientos positivos y la confianza en uno mismo.

Es un poco lo que dice la filosofía japonesa de los habitantes de Okinawa, la isla con mayor índice de centenarios del mundo, que dice que hay que explorar en nuestro interior para descubrir el Ikigai, la razón de ser, o sea la razón por la que nos levantamos por la mañana.

Y es lo que propone la escuela psicoanalítica de la logoterapia de Viktor Frankl, autor del maravilloso libro El hombre en busca de sentido. Según Frankl siempre podemos darle un sentido a nuestras vidas, independientemente de las circunstancias en las que nos encontramos y de las adversidades que tenemos que superar. Esta búsqueda del sentido de la vida constituye la principal motivación vital.


¡Adiós estrés! Optimismo y humor para vivir más años

¿Y si por la mañana nos cuesta poner un pie en el suelo cuando toca el despertador? ¿Y si no tenemos un motivo extraordinario para levantarnos? ¿Estamos entonces sentenciados a una vida corta?

Quizás no, pero es verdad que tener un propósito es un poco como tener gasolina en el coche, si la hay podemos conducir por muchos kilómetros y si no la hay el coche no avanza. La cuestión es encontrar esta motivación y alimentarla en cada momento de la vida para que el coche no se pare nunca.
No hace falta tener un proyecto estrepitoso, solo hace falta cambiar de actitud, ver oportunidades en vez de problemas y alimentar la felicidad en cada momento del día.

Lo que realmente hace envejecer a lo largo de la vida es el estrés, esto sí que conduce a la autodestrucción.
Los pensamientos negativos, el ego, la avaricia, la envidia, el egoísmo, el culto de la imagen, la falta de empatía y de amor, el rencor, el materialismo, alimentan el estrés y la depresión y minan la autoestima.

La receta para una vida longeva consiste entonces en armarse de voluntad, amor propio, generosidad, gratitud y esperanza para enfrentarse a los retos de la vida y disfrutar de propio camino personal con ilusión.

¿Los compañeros ideales de viaje? El optimismo y el humor.

Reírse a menudo es un antídoto natural contra el estrés. La risa y el buen humor dan ligereza a la vida, inspiran esperanza, ayudan a superar los problemas más rápidamente, mejoran las relaciones y la salud física y emocional.

Así que ya sabe, si quieres vivir más años cuida de tu cuerpo con hábitos saludables pero sobre todo cuida de tus emociones y de tus pensamientos. Cultiva el optimismo, la autoestima y el sentido del humor. Practica la gratitud, ríete mucho y disfruta de cada precioso instante de tu vida.

Te deseo una larga vida,

Ale


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